El código
del viaje

Para avanzar hacia municipios cuidadores tenemos que abrazar una serie de compromisos para tener un buen camino. Este es el código que nosotras proponemos:

🌺 Abrazamos el cambio. Transitar hacia otro modelo requiere transformar(nos). No podemos desear darle una vuelta de tuerca al sistema sin ver alteradas nuestras formas de organizarnos, producir y consumir o nuestro propio imaginario.

🌺 Agitamos las prioridades. Para que no sea un brindis al sol, es necesario asignar recursos humanos, materiales y técnicos suficientes a los proyectos que se vinculen a la perspectiva de la sostenibilidad de la vida.

🌺 Aterrizamos las propuestas. Las realidades municipales son muy diferentes y, por tanto, habrá que invertir esfuerzos en adaptar las medidas y acciones a los contextos en los que nos movemos.


🌺 Creamos complicidades. Es fundamental buscar alianzas con otros colectivos o instituciones, crear complicidades e inspirarnos en otras experiencias para poder articular los cambios necesarios.


🌺 Utilizamos nuestra creatividad e imaginación. Es fundamental imaginar soluciones y trayectos, reivindicando la creatividad como herramienta frente a la rutinización de la acción municipal.


🌺 Escuchamos (de forma activa) y dialogamos. Esto requiere de pausa y búsqueda de consenso; es decir, pensar en fórmulas mediante las que acercar posiciones, generar empatía con otras situaciones y desarrollar soluciones que sean reapropiadas por todas las partes.


🌺 Aplicamos una mirada global. No podemos cuidar en nuestro municipio si nuestras políticas públicas ignoran los daños y despojos en otros pueblos o en el propio territorio. Así que recuerda ese: “pensar globalmente, actuar localmente” para reconocer las conexiones y dependencias que pueden tener nuestras acciones.


🌺 Nos comprometemos con una pedagogía permanente. Todos los agentes han de estar abiertos al aprendizaje en enfoques, metodologías, miradas, etc. en un proceso de capacitación permanente.


🌺 Hacemos seguimiento y evaluamos. Recoger información, valorar y medir (cuantitativa y cualitativamente) nuestras políticas públicas son elementos imprescindibles para poder seguir explorando (y reimaginando) los tránsitos hacia la sostenibilidad de las vidas.

🌺 Nos permitimos tiempos lentos. Tenemos que dedicar momentos para encontrarnos, hablar y reflexionar tanto en nuestros grupos (comunitarios, económicos, políticos, técnicos, sociales…) como con otros agentes. Mención aparte para los agentes políticos que, en muchas ocasiones, arrastran a las instituciones a los ritmos electorales.

🌺 Tratamos los dolores. Implicarnos en un cambio de paradigma derivará, necesariamente, en conflicto porque vamos a encontrar muchas zonas donde hay tensión (ecología vs. empleo, familia vs. familias, accesibilidad vs recursos…). Ante una transición inevitable (y deseable) no podemos mirar para otro lado y debemos pensar en estrategias para abordar el conflicto y los dolores que vayan surgiendo.

🌺 Mostramos voluntad y valor institucional. Hay que tener valor para ser capaces de priorizar políticas que van a contracorriente y ser responsables de las consecuencias. Por supuesto, siempre contando con la población para que sea partícipe y se apropie de esos procesos de cambio.

¿Volvemos al prólogo?

Conoce más sobre el inicio de esta aventura, con quién recorrimos el camino y con qué metodología trabajamos.

¿Qué es eso de sostener vidas?

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Descubre qué es la sostenibilidad de la vida y por qué es importante para la acción municipal abrazar la vulnerabilidad.

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Vamos a esplorar los cinco senderos que proponemos para avanzar hacia el Faro de la Sostenibilidad de la Vida.

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Esta web da vida virtual a dos textos complementarios:

Los encontrarás en formato libre ¡AQUÍ!

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